Invitación a la charla conversatorio: Diversidad y Modos de existencia en el Antropoceno. Viernes 14 de mayo de 2021.
Descripción de la actividad:
I. "Cerebros de segundo orden: Diversidad y cohesión"
Los grupos de trabajo, las familias, las sociedades, y la humanidad como un todo, pueden considerarse como cerebros de segundo orden: sistemas cognoscentes compuestos de sistemas cognoscentes. La inteligencia de estos cerebros de segundo orden no es necesariamente proporcional a la inteligencia de las partes: existen grupos de trabajo tontos compuestos de miembros inteligentes. La inteligencia de un cerebro (sea de primer, segundo, o n orden), depende de su arquitectura: de la diversidad y cohesión de sus partes componentes. Como ha señalado Scott Page, los grupos de personas con entrenamientos y heurísticas diversas dan con mejores soluciones a problemas complejos o que requieran creatividad (por ejemplo, la definición de la identidad y horizonte ético de un sistema), siempre y cuando funcionen con un mínimo de cohesión. Como explica Bateson, la vida, la evolución, la cognición y la creatividad ocurren en dos pasos: una proliferación de ideas (diversidad) y una función de selección que elige entre ellas siguiendo algún criterio (cohesión). Estas ideas en torno a la arquitectura de los cerebros de segundo orden pueden aplicarse para pensar problemas como la calidad de la esfera pública (por ejemplo, el papel que allí cumple el fundamentalismo), el papel de la educación en una sociedad en crisis, y el papel de las humanidades como parte del cerebro mundial
Germán Bula es profesor de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de la Salle. Tiene un doctorado en educación de la Universidad Pedagógica Nacional y una maestría en filosofía de la Universidad Javeriana. Ha publicado los siguientes libros: "Ruedas Dentadas" (2003, novela), "Alteridad y Pertenencia: lectura ecocrítica de María y La Vorágine" (2009, con R. Bermúdez); Cibercultura, capitalismo cognitivo y educación (2015, editor académico con R. Rueda y A. Ramírez), "Paranoia: emociones públicas y la universidad" (2016, con S. González), "Spinoza: Educación para el cambio" (2017), "Latin American Perspectives on Global development" (2018, editor académico con M. Masaeli y S. Harrington), y "Quantas o de los burócratas alegres" (2020, com S. González). Es el ganador de Emerald Literati Network Awards for Excellence (2016) por el artículo: "Towards a non-trivializing education" publicado en Kybernetes, vol.44, 6/7, pp. 239-600. 913-925.
Quizá una de las principales razones del enorme salto tecnológico dado por las computadoras fue la posibilidad de construir modelos lingüísticos ejecutables, lo que permite un salto de escala de varios órdenes de magnitud en su utilidad. Esta posibilidad permitió, sobre todo a partir de la década de 1970, el desarrollo de modelos del mundo, antecesores de, por ejemplo, los modelos epidemiológicos actuales, tan útiles para decidir acciones que mitiguen el daño de la pandemia. En América Latina surgieron muchas iniciativas innovadoras en esa época, destacó ejemplarmente el proyecto "Cybersyn" en Chile, los múltiples trabajos de Varsavsky y el modelo Bariloche.
La tecnología digital del siglo XXI ha incorporado la posibilidad de creación misma de modelos como un desarrollo computacional. Esta posibilidad de control no ya del modelo sino del proceso de su construcción y transformación es una noción implícita en el trabajo de Turing, y trabajada en algunos ámbitos específicos, -como el desarrollo de compiladores e intérpretes o la meta-programación- pero cobró renovado impulso con la proliferación de los sistemas de aprendizaje maquínico. Este tipo de tecnología es enormemente efectiva pese a su escasa sofisticación computacional. Entender los alcances, límites y posibilidades de este tipo de tecnologías es un desafío complejo y aún irresuelto que conlleva una urgencia signada por el efecto disruptivo que ejercen en la vida social y política. La creciente ubicuidad de sistemas computacionales constituye un riesgo que necesitamos enfrentar, aunque por otro lado abre también un abanico de posibilidades emancipatorias.